Os de Buño son oleiros,
os de Malpica son pescos,
os de Tallo serradores
e os de Pazos carreteiros.

Así dice una vieja canción que recogimos en Buño el mes de mayo de 1979 en la voz de Generosa Añón. En ella describe claramente cual era la principal actividad económica local en comparación con otros lugares más cercanos.

Santo Estevo de Buño es unha parroquia del ayuntamiento coruñés de Malpica de Bergantiños, ubicada en una encrucijada estratégica de carreteras que le permiten comunicarse fácilmente con la capital del concejo (Malpica, a 7 km) y de la comarca (Carballo, a 10 km), así como con las tierras de Ponteceso y Agualada. Tiene una extensión de 450 ha y unos 100 m de altitud media, con un relieve suave de tierras que producen maíz y patata.

Rodean esta parroquia las de Santa María de Leiloio, San Martiño de Cambre, San Cristovo de Cerqueda, San Xoán de Xornes y San Salvador de Pazos, las dos últimas del vecino concejo de Ponteceso.

El pueblo de Buño está formado por los barrios de Santa Catalina, Santa Filomena, Os Mouróns, A Costa, O Rueiro, O Gaio, O Empalme, O Cruceiro, A Fonte, Buena Vista (también llamado Vista Alegre o Campo da Culpa), A Laxe, A Pedreira, A Xaviña (o Campo da Xaviña), Rúa Nova, A Camposa, Forno Novo y Os Barreiros, todos ellos de honda relación con la alfarería, así como los cercanos de Pernes y O Piñeiro.

En el Nomenclator de 2009 (INE), Buño aparece con 600 habitantes, que vienen decreciendo anualmente desde 1950, momento de mayor población, cuando contaba con 1067 habitantes de hecho.

Asentado sobre suelos arcillosos, poco productivos para los labores agrícolas, existe un importante yacimiento de barro en el lugar de Os Barreiros, donde se surtieron durante siglos varias generaciones de alfareros para desarrollar la actividad económica más representativa del lugar, al aprovechar su gran calidad y las diferentes características del barro extraído, con una importante veta que ocupa una amplia extensión entre A Camposa y A Telleira.

Según los filólogos, su topónimo proviene de la palabra prerromana «buño», que es una especie de junco, una planta de nacimiento espontáneo en tierras arcillosas, como las que se encuentran aquí y que sirvieron de materia prima para el desarrollo de su industria más característica: la alfarería, que hizo de este lugar un punto internacionalmente conocido por la cerámica, siendo uno de los principales centros de producción alfarera de Galicia y de los más importantes de España.

Buño

Hasta mediados del siglo XX, la principal actividad fue la alfarería, dedicándose a ella la mayor parte de la población, directa o indirectamente. Desde entonces comienza a reducirse la actividad, y en los años 60 y 70 se produce una importante emigración que le hace sufrir una fuerte crisis que amenazaba terminar con la alfarería tradicional. No será hasta los años 90 de esa misma centuria cuando se empiece a producir, lentamente, la recuperación del oficio, aunque marcado ahora por nuevas técnicas y diseños que, sin dejar de tener como referencia a los tradicionales, se adaptan mejor a un mercado totalmente diferente y dirigido hacia la decoración y al turismo.

En Buño se habla una variante dialectal del gallego, la correspondiente al área bergantiñá, dentro del bloque occidental, caracterizada por la gheada, un fenómeno fonético que consiste en pronunciar el fonema /g/ obstruyente velar como [ħ] (aspirado sordo), semejante al [h] del inglés en house. La gheada se representa en la escritura mediante el dígrafo gh, como por ejemplo: bughinaleghón.

A lo largo del año se celebran varias fiestas, siendo famosas las de carnaval, con el característico personaje local de A Mikaela; las de Santo Estevo, en diciembre, que son las del patrón; San Antonio, en junio y las de Santa Filomena, en la primera quincena de Agosto, coincidiendo con la Mostra da Olería, a la cual acuden todos los alfareros para vender su producción, así como numerosos visitantes. Entre las actividades de la Mostra se encuentra la Cocedura tradicional , en la que un grupo de alfareros veteranos reviven una cocedura antigua al aire libre en un horno de piedra exterior y tiro vertical alimentado con tojo. El lugar indicado para ello es el Forno do Forte, recuperado hace varios años dentro del conjunto que forma el Ecomuseo de su nombre.

Restos de técnicas superadas, se conservan en esta villa 5 hornos exteriores de tipología tradicional (Forno dos Mouróns, Forno da Costa, Forno da Lucha, Forno dos de Laura y el Forno do Forte) que fueron utilizados hasta hace pocos años por las familias alfareras para realizar la fase final del proceso productivo. Alguno de ellos, como el de Os Mouróns o el de O Forte, se han recuperado y se pueden visitar para conocer directamente como eran estas viejas instalaciones.

En los Alrededores de Buño hay también otros elementos de interés histórico y etnográfico que conviene conocer, como el Carballo de Santo Estevo, el Conjunto Etnográfico de A abellariza o el dolmen de Pedra da Arca, en Cerqueda, lugar donde residió el extraordinario cantador de regueifas Celestino Álvarez Castro, «Celestrino».

También recomendamos desplazarse hasta la costa, dentro del propio concejo de Malpica y a 5,5 km de Buño, para llegar al lugar de A Ribeira (cerca de Ardeleiro) donde, en un precioso  entorno de acantilados, en plena Costa da Morte, se conservan 5 molinos que aprovechan el agua del llamado Rego dos muiños. Todos ellos fueron rehabilitados y merece la pena acercarse a este paisaje virgen y alejado de núcleos habitados para contemplar la inmensidad del mar y el ingenio del hombre para aprovechar los escasos recursos hídricos que aporta el lugar, en un espacio donde no se podía moler todo el año, unas veces por la carencia de agua y otras por la crudeza del temporal que batía el lugar.

Muy cerca de Buño se encuentra también el Monte Nemio (387 m), espectacular mancha blanca que se divisa desde un área geográfica importante. Hoy cubierto de antenas, y con pozas que se forman con la lluvia, estuvo ligado a la minería, con extracción de wolframio para exportar a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.

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